La decisión de interrumpir un embarazo por los motivos que sean, suele ser una decisión difícil o cuanto menos, crea incertidumbre y temor; pero una vez que una mujer decide no continuar con su embarazo tiene que enfrentarse a la intervención en si misma.
El aborto instrumental es una técnica sencilla y rápida, con mínimos riesgos y complicaciones extremadamente raras, siempre que sea realizada por profesionales cualificados y con gran experiencia, pero no deja de ser una intervención quirúrgica. Hay mujeres que sienten auténtico terror a entrar en quirófano, o a colocarse en la siempre desagradable postura ginecológica, o sienten una gran aprensión a que se les manipule los genitales, o no quieren experimentar dolor por lo que rechazan hacerse el aborto con anestesia local, pero tampoco quieren sedarse, la mayoría de las veces por miedos infundados que no consiguen eliminar.
A la ya desagradable decisión de hacerse un aborto, a éstas mujeres se les une un miedo incontrolado a la intervención. En estos casos y en todos los que la mujer lo desee, siempre que el embarazo no exceda de las 7 semanas, existe una alternativa al aborto instrumental: Aborto farmacológico, con Mifepristona.
Se trata de una interrupción de embarazo de forma medicamentosa, con el uso de fármacos. Consiste en dar una medicación vía oral, la Mifepristona, con la que conseguimos detener el embarazo, y pasadas 36 o 48 horas, se administra unos comprimidos de Misoprostol que se le ha facilitado a la paciente y que se pone la propia mujer en su domicilio. Con esta segunda medicación provocamos el desprendimiento del embarazo y con ello el sangrado.
Lo que conseguimos con ésta técnica es un aborto, por tanto puede acompañarse de sintomatología derivada de éste como, nauseas, malestar general, hipotensión, dolor en el vientre de tipo cólico, que puede ser mayor que el de una regla, así como los derivados de la propia medicación, como escalofríos o en raras ocasiones aumento de la temperatura corporal. Y por supuesto sangrado, que en las primeras horas puede ser intenso y acompañarse de coágulos y que luego puede mantenerse varios días, ya con características muy similares a la propia regla.
Se trata de otra manera de abortar, cuyas ventajas e inconvenientes tiene que valorar la propia mujer según sus preferencias personales, ya que al igual que el aborto instrumental tiene sus ventajas y sus inconvenientes.
Voy a tratar de transmitiros, bajo mi experiencia como profesional, cuales considero yo las ventajas y los inconvenientes para el uso de un método u otro:
Con la Mifepristona: – Conseguimos evitar el paso de entrar en quirófano, postura ginecológica, permeabilizar una vía….Esto es algo que para muchas mujeres es una gran ventaja, ya que tienen mucho miedo, la mayoría de las veces infundado, a la intervención.
-El aborto se produce en el propio domicilio, situación que para muchas mujeres es muy satisfactoria, porque se sienten más cómodas y en un ambiente no medicalizado.
Pero por otro lado: – el proceso del aborto se prolonga en el tiempo, entre 36 y 48 horas como mínimo, mientras que en el aborto instrumental, la intervención dura unos 5 minutos y la mujer se marcha con todo el proceso terminado.
-el sangrado, el dolor o la sintomatología que puede acompañar al aborto con Mifepristona puede ser vivida de una forma más desagradable por la mujer en cuanto a duración e intensidad, ya que la percepción del aborto es mucho más real.
-El hecho de estar en casa a algunas mujeres les crea aprensión, por temor a ser ellas las que están manejando la situación, y una cierta inseguridad ante los acontecimientos, a pesar de que a todas las mujeres se les da información exhaustiva sobre el proceso, verbalmente y por escrito. Mientras que con la aspiración sienten que “todo está controlado”. Para éstos casos, en la Clínica El Sur de Sevilla, ofrecemos la posibilidad de realizar el proceso en la propia clínica, así tras la toma de la Mifepristona se volvería a citar a la paciente para la colocación del Misoprostol y permanecería en nuestro centro hasta que se produjera la expulsión. De ésta forma la mujer puede sentirse más segura y acompañada en su proceso.
– El aborto farmacológico obliga a hacer una revisión a los 10 o 15 días para certificar la expulsión y vaciamiento completo del útero. En la I.V.E por aspiración en la misma intervención, se realiza la ecografía que confirma el aborto completo, por lo que la revisión posterior no sería necesaria.
– En último lugar, debo señalar que el aborto farmacológico tiene un índice de error del 2%, en cuyo caso habría que recurrir a la aspiración. Aunque, de igual forma, el IVE instrumental también tiene un margen de fallo, en caso de hematómetra, retención de restos, o incluso aborto fallido, en cuyo caso también habría que recurrir a repetir la intervención.
Resumiendo, los dos métodos tienen cosas positivas y cosas negativas. Con los dos conseguimos un aborto, por lo que una vez informada la mujer debe elegir la forma con la que se sienta más cómoda, tranquila y segura. Es una preferencia personal, salvo en circunstancias muy especiales en las que el equipo médico es el que decide.
El IVE instrumental es rápido, efectivo, poco o nada doloroso, pero requiere una intervención y el IVE con Mifepristona es más lento y puede tener más efectos colaterales, pero conseguimos evitar el quirófano.
Por eso en Ginesur, ofrecemos una opción para cada mujer
Te aconsejamos hablar con el profesional que te va a practicar el aborto, solicites toda la información y resuelvas tus dudas. Si estás de menos de 7 semanas, podrás elegir tú el mejor método para ti.
Nosotros estamos aquí para orientarte y ayudarte. En todo momento intentaremos facilitarte el proceso sea cual sea el método que elijas.
Victoria Agudo Escarraza
Clínica El Sur Sevilla
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