Es una evidencia, que las adolescentes acceden cada vez más temprano a las relaciones sexuales.
También lo es, que por muchos motivos, no se acceden a las mismas con las medidas de protección más eficaces. Esto hace, que dicho colectivo sea especialmente vulnerable a un embarazo no deseado, y por tanto, candidatas a solicitar un aborto.
En estos días se está debatiendo en el parlamento una propuesta de reforma de la ley del aborto y de la ley de autonomía de los pacientes, para exigir que las mujeres de 16 y 17 necesiten el consentimiento del tutor o la tutora legal para acceder al aborto.
Las restricciones legales al acceso voluntario de las adolescentes al aborto en España, implicarán un aumento de las denegaciones de solicitud de aborto (caso de no reunir los requisitos del consentimiento parental obligatorio) además de un sinfín de procesos fallidos de búsqueda de atención. Las adolescentes que no obtengan dicho consentimiento y, no lo recurran judicialmente (como así se prevé que ocurra), o bien seguirán con su embarazo no deseado, o intentarán auto provocarse el aborto y/o lo harán clandestinamente; con el consiguiente riesgo para su salud vital.
Esta situación conllevará una serie de consecuencias importantes:
- Un desplazamiento del aborto a edades gestacionales más avanzadas (aborto de más semanas),
- Aumento del estigma e impacto negativo en la salud mental de las adolescentes
- Menoscabo de su seguridad jurídica y, la de los profesionales sanitarios que participan en el proceso de atención.
- Aumento de la maternidad no deseada, en la población adolescente
¿Dónde está pues la ventaja de imponer este requisito legal?
[divider scroll_text=»»]
Joaquín Antonio Ferrera Polinario
Psicólogo-Sexólogo Ginesur Sevilla
Últimos comentarios